La cancillería china instó ayer a Estados Unidos a abandonar sus políticas de intervencionismo en América Latina en momentos en que el Departamento de Estado estadounidense insistió en que Nicolás Maduro y sus representantes han manipulado los resultados electorales, se han atribuido falsamente la victoria y han llevado a cabo una represión generalizada para mantener el poder.
«Estados Unidos puede que haya anunciado el fin de la Doctrina Monroe, pero el hecho es que, durante 200 años la hegemonía y las relaciones de poder, intrínsecas a la doctrina, están lejos de ser abandonadas», explicó en rueda de prensa el portavoz de la cancillería china, Lin Jian, quien expresó su pleno apoyo a las naciones latinoamericanas frente a las interferencias llevadas a cabo por Washington, ya que “tales enfoques no obtendrán apoyo y serán relegados a los confines de la historia».
«Instamos a Estados Unidos a descartar la anacrónica Doctrina Monroe y el intervencionismo lo antes posible, a detener las acciones unilaterales basadas en la intimidación, la coerción, las sanciones y bloqueos, y a desarrollar relaciones que procuren una cooperación mutuamente benéfica con los países de la región», subrayó.
Estos lazos deberían estar basados en el respeto mutuo, la igualdad y la no interferencia en los asuntos internos de cada país. La hegemonía y las relaciones de poder de Washington van en contra de la imparable tendencia histórica de los países latinoamericanos a mantenerse independientes y buscar fuerza mediante la unidad, señaló.
El Departamento de Estado estadounidense insistió en que el Consejo Nacional Electoral, controlado por Maduro, no ha corroborado los resultados anunciados mediante la presentación de actas de escrutinio originales, como hizo tras las elecciones de 2013 y 2018. Añadió que los venezolanos han votado, los resultados son claros y su voluntad debe ser respetada.